Resumen cap4. La concistencia: Un estado mental

Lo que separa los mejores traders del resto no es lo que hacen o cuando lo hacen, sino la forma en que piensan acerca de lo que hacen y qué están pensando cuando lo hacen. Si tu objetivo es el trading debes partir de la premisa de que las soluciones están en tu mente y no en el mercado. 

La  ganancia y la consistencia son estados mentales, de la misma manera que la felicidad, divertirse y la satisfacción también lo son. Tu estructura mental es un subproducto de tus creencias y actitudes. Si tratas de alcanzar la consistencia sin tener las creencias y actitudes correctas no llegarás muy lejos. No puedes confiar en el mercado para ser consistentemente acertado más que lo que confiarías en el mundo exterior para ser constantemente feliz.

El mercado crea condiciones que se perciben como oportunidades. Tú tienes que actuar sobre estas oportunidades aplicando lo mejor de tus capacidades, pero tu estado mental no debe afectarse por el comportamiento del mercado. Si puedes aprender a crear un estado mental que no se vea afectado por el comportamiento del mercado, la lucha dejará de existir. Y cuando la lucha termina, todo se vuelve fácil. En este momento puedes tomar ventaja de tus habilidades y darte cuenta de tu potencial como trader.

Aprende a aceptar el riesgo

La amenaza de dolor genera miedo y el miedo es la fuente probable del 95% de los errores que cometes.  Entonces, ¿cómo puedo pensar en trading de manera que no tenga miedo y por tanto no sea susceptible a los procesos mentales que hacen que me bloquee, me perjudique o sea muy exigente para elegir la información? Aprende a Aceptar el Riesgo. Y eso significa aceptar las consecuencias de tus trades sin malestar emocional o miedo. No te hace ningún bien asumir el riesgo de poner un trade si tienes miedo de las consecuencias, porque tus miedos actuarán sobre tu percepción de la información.

Muchos asumen que los mejores traders también tienen miedo de sentirse mal perdiendo o dejando dinero sobre la mesa. Y creen que neutralizan sus miedos con una cantidad de coraje, nervios de acero y autocontrol. Si esto fuera así implicaría un conflicto interno. Cuando aceptas el riesgo como lo hacen los profesionales, no percibes nada en el mercado como una amenaza. Si no es una amenaza, no hay miedo y no necesitas coraje.

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